miércoles, 2 de julio de 2014

San Martín, Gobernador Intendente de Cuyo

Es muy importante refrescar la memoria para valorar el aporte del General San Martín al ser nombrado Gobernador Intendente de Cuyo.
Su accionar y dedicación modificaron toda la realidad de aquel pueblo cuyano de un poco más de 43.000 personas. Esta gestión fue muy fructífera al gozar en el gobierno de amplios poderes. Sin embargo, este beneficio no lo utilizó para su propio bien sino que lo puso todo a favor del pueblo. Podríamos decir que su gobierno se sustentaba sobre las más sólidas bases morales y éticas y todas sus acciones estaban orientadas al bien común como la vacunación antivariólica; el sanear moralmente la población; la reglamentación de las relaciones patrón-obrero; el fomento de la educación; la creación de la Biblioteca; la fundación del Colegio de la Santísima Trinidad; entre otras.
No sólo desde lo moral y ético, sino también desde lo estético fue su contribución para con este pueblo. Propició el embellecimiento de la "Alameda", exhortó a los vecinos a blanquear los frentes de sus casas, ordenó el barrido y regado de calles y la limpieza diaria de la Alameda y el Tajamar.
No de menor importancia fue el fomento de la minería; los censos catastrales y de riego, de modo de favorecer el aumento de las extensiones cultivadas; su rol diplomático con los pueblos originarios; el dictamen de normas que beneficiaban la producción vitivinícola, la de producción artesanal de conservas y las propias para la gesta libertadora como monturas, herraduras, rifles, cañones, pólvora, etc.
A nivel más general, San Martín Libertador considera la declaración de la Independencia un asunto prioritario. Dice: "es preciso que nos llamemos independientes para que nos conozcan y nos respeten".
Junto al aporte de Don José de San Martín como Gobernador Intendente de Cuyo, no podemos dejar de lado que, así como recibió todo de su Libertador, el pueblo cuyano también entregó todo.
Comenzado el Cruce de Los Andes, atrás queda una Mendoza desolada... sin hombres, sin esclavos, sin mercancías, sin animales, sin manos trabajadoras. Quedaron las mujeres con sus niños y ancianos, aprendiendo a sobrellevar la vida solas. Quedaron con la incertidumbre de la ausencia. Quedaron con la certeza de que muchos de ellos no volverán. Quedaron con la esperanza de alcanzar por fin la tan ansiada libertad...